lunes, 10 de marzo de 2008

La memoria (Natalia Zamorano)


Aunque asociemos el concepto de memoria con la capacidad para recordar datos, la verdad es que la mayoría de las personas sabe realmente poco sobre la clasificación de la misma.
Utilizamos la memoria para cada cosa que hacemos en nuestra vida y ni siquiera nos damos cuenta. Ahora mismo, en el momento en que usted está leyendo este artículo está utilizando la habilidad de la lectura, que aprendió cuando tenía aproximadamente cinco años. También utiliza la memoria para recordar lo que lee y poder encontrar sentido al texto. Quizás mañana haya olvidado ya lo que en este momento está memorizando. Eso puede pasar por dos motivos: que sea usted amnésico o que no le interese esto lo más mínimo.
Existen mucho tipos de recuerdos. Los psicólogos distinguen cuatro: la reintegración (supone la reconstrucción de los sucesos o hechos sobre la base de estímulos parciales, que sirven como recordatorios), la reproducción (es la recuperación activa y sin ayuda de algún elemento de la experiencia pasada, por ejemplo, de un poema memorizado), el reconocimiento (se refiere a la capacidad de identificar estímulos previamente conocidos) y por último, el reaprendizaje ( muestra los efectos de la memoria: la materia conocida es más fácil de memorizar una segunda vez).
¿Qué ocurre cuando algo que recordamos no nos interesa? Mucha gente piensa: "se olvida, por supuesto". Eso es cierto, los estimulos y percepciones que el cerebro no cree importante lo rechaza quedando olvidados. También existen varios tipos de olvidos: normalmente se da priemro el olvido rápido, al que sigue una perdida de memoria más lenta. Sin embargo, aumentar la cantidad de información retenida puede lograrse practicando activamente la reproducción durante el aprendizaje, mediante revisiones periodicas del material aprendido, y "sobreaprendiendo" el material más allá del punto de mero dominio. Pra recordar conceptos se pueden utilizar técnicas mnemotécnicas, que sirven para conservar en el cerebro algo mediante relaciones creadas por el sujeto.
De todas formas un recuerdo siempre va a ser más imperfecto que las percepciones, pero a veces una imagen se recuerda con todos los detalles. Esto fenómeno, conocido como eidética, o imágenes eidéticas, se da con frecuencia en los niños, quienes a veces son capaces de reconstruir una imagen tan completa que pueden llegar a deletrear una página entera escrita en un idioma desconocido que apenas han visto durante unos momentos.
Aunque a muchas personas, sobre todo estudiantes, el olvido les parezca un castigo divino, es necesario. Pongamos, pues, el ejemplo de un partido de fútbol. Si queremos jugar un partido necesitamos una serie de jugadores para llevarlo a cabo. Si el número de jugadores es el adecuado el partido se va a desarrollar con total normalidad. Pero, ¿y si en lugar de haber once jugadores por equipo hubiese 120? Sería imposible disputar el evento, pues no habría orden y el campo se quedaría pequeño para realizar maniobra alguna. Esto mismo le pasa al cerebro. Si recordamos muchas cosas nos es imposible organizarlas de tal manera que están ahí, sí, pero no nos queda "espacio" en el cerebro para organizarlas y usarlas. Por ello es tan importante olvidar algunos datos.

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